A poco de conocerse la primera foto del Papa Francisco tras su internación de hace más de un mes por problemas respiratorios, un grupo de bailarines de tango radicados en Roma se congregó frente al hospital Gemelli para brindarle apoyo al Pontífice danzando al ritmo de un bandoneón.
Impulsados por la bailarina Daiana Guspero -afincada en Italia-, una decena de parejas convirtieron a los alrededores del hospital en una pista de baile como acto simbólico en sintonía con el gusto del Papa por el tango.
“Quiero que le llegue la energía nuestra, el amor nuestro por el tango y por un papa argentino. Yo creo que le va a llegar”, expresó Guspero en las puertas del hospital.
En 2018, la bailarina argentina ya había tenido un encuentro con Francisco al realizar una exhibición de baile para él. En esa ocasión, el Papa le había manifestado sus ganas de bailar tango.
El tango, ahora alejado de la histórica condena como “pecaminoso” por parte del Vaticano, se reconvierte en gesto de apoyo a la máxima autoridad del catolicismo.